Lugar donde disfrutar de la calma de un poema que te haga pensar, de un relato que te intrigue o de un microrrelato que te desoriente.
viernes, 12 de agosto de 2016
El ladrón de instantes
Se sentaba en los bancos donde había gente y se
quedaba allí, sentado junto a ellos, sin mediar palabra; hasta que ellos,
molestos por su presencia se alejaban. Él persistía en su oficio, buscaba. Veía
como un grupo de personas se fotografiaban y se colaba sin que se percataran de
su presencia; poniendo la mejor de sus sonrisas. Buscaba fiestas, bodas, bautizos
e incluso hasta funerales. Siempre sigiloso, siempre persistente pero no era
dañino, ni siquiera violento; sólo era adicto a lo instantes.
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