Receló de
todo el mundo, fuera cercano o lejano; perdió la confianza en el ser humano.
Caminaba ausente, sin ganas de nada, hastiado de la vida y de su mera
existencia. El ser humano dañaba y mataba sin motivo, aun así estaba en lo alto
de la escala evolutiva. Él sabía que era parte de la maquinaria, de toda esa
maraña; y él solo quería dar alegría con su música, pero no la querían.
RJHR (Imagen Pixabay) (Obra seleccionada en VI antología de microrrelatos "Pluma, tinta y papel" de Diversidad literaria)
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